miércoles, 19 de mayo de 2010

Pablo Neruda



Nace en Chile en 1904 y muere en Santiago de Chile en 1973.

Fue un poeta y partidario comunista chileno, considerado entre los mejores y más influyentes de su siglo, siendo llamado por el novelista Gabriel García Márquez, "El más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma". También fue importante activista político, siendo Senador de la República, integrante del Partido Comunista y pre-candidato a la presidencia. Entre sus múltiples reconocimientos destacan el premio Nobel de Literatura en 1971 y un doctorado Honoris Causa.

En 1917 publica su primer artículo en el diario "La mañana" de Temuco con el título de "Entusiasmo y perseveracia". En esta ciudad escribió su primer libro de poemas "Crepusculario". Entre 1918 y 1919, publica diversos poemas en la revista "Corazón Salvaje", corre-vuela de Santiago, con el seudónimo de Neftalí Reyes. En 1919 obtiene el tercer lugar en los Juegos Florales del Maule, con su poema "Comunión ideal" o "Nocturno Ideal". En 1923 publica "Crepusculario". En 1924 publicó la colección "Véinte poemas de amor y una canción desesperada", cuyas elaboradas metáforas lo sitúan brevemente en el Creacionismo. En 1926 manifiesta un propósito de renovación formal de intención vanguardista en tres libros: "El habitante y su esperanza", "Anillos" en colaboración con Tomás Lago y "Tentativa del hombre infinito". Pregona su concepción poética de entonces, la que llamó "poesía impura", y experimenta el poderoso y liberador influjo del Surrealismo. En 1952 publica "Los versos del capitán" y en 1954 "Las uvas y el viento" y "Odas elementales". En 1953 recibe el "Premio Stalin para la Consolidación de la Paz entre los Pueblos". En 1971 le es concedido el Premio Nobel de Literatura.

Entre algunos de los temas constantes en Neruda se encuentran: La imposibilidad de establecer nexos profundos y duraderos, La inevitabilidad de la soledad, La brevedad del gozo ante la belleza materia.

LA CANCIÓN DESESPERADA.

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.

Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!

Sobre mi corazón llueven frías corolas.

Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!

En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.

Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio!

Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.

Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!

En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!

Hice retroceder la muralla de sombra,
anduve más allá del deseo y del acto.

Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.

Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.

Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.

Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.

Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!

Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.

Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.

Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.

Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos
.

Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Ése fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!

Oh sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron.

De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste
de pie como un marino en la proa de un barco.

Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.

Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.

El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.

Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.

Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.

Es la hora de partir. Oh abandonado!


COMENTARIO*

Fue un poeta, escritor y partidario comunista chileno, considerado entre los mejores y más influyentes de su siglo, siendo llamado por el novelista Gabriel García Márquez "el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma". En donde su genero fue la poesía y estuvo en el movimiento tanto de Vanguardia como en el Posmodernismo, también fue un destacado activista político. Entre sus múltiples reconocimientos destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971 y un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford.

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